jueves, 9 de abril de 2015

Delirios con ron.

Dirás que siempre voy ciega
pero me sobran tus gafas.
¡Bienvenido al consumismo!
Asegúrate un futuro
o tu presente será pasado.
Demasiados cargos
para dialogar con la conciencia.
No preguntes qué hago sola,
¿qué me ofrece tu compañía?
Perdiendo los papeles,
¿me dejas fuego?
Fumando para llenar espacios en blanco,
llenando líneas blancas para alargar noches.
Y hoy no brilles
que relucen mis ojeras.
Que no pare la música,
que no haya copas vacías en mis manos,
quiéreme de lejos,
que no salpica,
recuérdame entre noches amarillas
yo junto las muñecas,
agacho la cabeza
y afronto lo que venga.

Enrique Urbano

<Los desvelados>

De la calle los televisores
delatan a los sonámbulos,
de los aviones
las olas están quietas,
y siempre hay un remedio
del que siempre está mirando.
El trasnochador,
calmado fumador
desde el balcón,
presume en bata
y zapatillas animadas,
de saber a qué hora
se encienden y apagan
las deprimidas farolas,
de la frecuencia
del camión de la basura,
de la coreografía
de los semáforos,
del tango
de los coches aparcando,
del cante hondo
de los borrachos.
Pero luego le preguntas
al muy carajote
por la Luna,
y no sabe,
que solamente
hay una.