martes, 1 de julio de 2014
Escribir un par de líneas no es tan fácil hoy.
Encontrar una musa se complicó,
demasiado maquillaje y Photoshop.
El síndrome de Estocolmo enfermó a la libertad,
ahora prefiere el fútbol y la fiesta en su mediocridad,
con ayuda de la rutina aprendió a amar su sujeción
y ahora ni Dios la puede sacar de la prisión.
y como la iba a liberar alguna providencia
si está atareado entre los curas y la iglesia
que utilizando y mancillando su nombre
los muy hijo de putas roban a pobres
mientras construir edificios se convierte en su anhelo
y no, no es para poder tocar el cielo.
Y desde aquí abajo, alzando la vista a lo que desconoces
no llegas a ver ni a musas, ni libertades ni dioses,
pero si te fijas en los detalles
aún puedes ver el brillo en las calles,
Supongo que aquel niño hoy será mi musa
que viste la camiseta de Falcao y no una blusa
que para sus compañeros hoy es el dios
por marcar el mejor gol
y encontró sin buscar
unos segundos de libertad.
domingo, 15 de junio de 2014
Palabras vacías.
Mis palabras hacia ti ya son huecas,
ya ni ellas tienen ganas de crear,
se hartaron de mi.//
El folio me mira pidiendo clemencia,
no quiere seguir empapándose de una tinta
que todavía no sabe que pretende.
Y a la vez,
el bolígrafo llora y chilla en silencio
(se siente desconcertado)
nunca había ido a parar a una mano
tan manipuladora como ésta,
que un día consigue hacerle creer
que forma parte del recopilatorio de Lorca
y al siguiente lo destroza
como a un simple ticket de metro.
Pero no creáis que la culpa es de la mano escritora,
ella también se siente impotente,
entonces...
¿Quien es el culpable?
¿Yo?¿el universo?¿Dios?
¿De quien estoy siendo la reina
que sólo avanza y retrocede
en una cómica partida de ajedrez?
ya ni ellas tienen ganas de crear,
se hartaron de mi.//
El folio me mira pidiendo clemencia,
no quiere seguir empapándose de una tinta
que todavía no sabe que pretende.
Y a la vez,
el bolígrafo llora y chilla en silencio
(se siente desconcertado)
nunca había ido a parar a una mano
tan manipuladora como ésta,
que un día consigue hacerle creer
que forma parte del recopilatorio de Lorca
y al siguiente lo destroza
como a un simple ticket de metro.
Pero no creáis que la culpa es de la mano escritora,
ella también se siente impotente,
entonces...
¿Quien es el culpable?
¿Yo?¿el universo?¿Dios?
¿De quien estoy siendo la reina
que sólo avanza y retrocede
en una cómica partida de ajedrez?
sábado, 14 de junio de 2014
Ángel González
"Al lector se le llenaron los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
¿por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
- Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad"
y una voz cariñosa le susurró al oído:
¿por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
- Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad"
Un día normal.
Detener por unos instantes el curso ajetreado de la vida y observar el rumbo vacío que lleva la gente.
No me cambiaría por ninguno ni un segundo.
Conversaciones materiales sobre pasado o futuro según el caso, excusas vitales en forma de objetivos y diferentes maneras de ''ganarse la vida''.
¿Ganársela? ¿En que momento se convirtió la vida en un reto que hay que superar?
Que yo no quiero tomarme mis limitados días como una lucha, yo no decidí aparecer aquí ni me motiva una competitividad.
Nazco sin explicaciones, me educan mediante unos valores utópicos por no decir hipócritas y de repente mi meta se basa en ganar dinero.
Dinero... ese trozo de papel al que a algún iluminado en algún momento y lugar se le ocurrió poner valor.
Y todo esto para poder seguir viviendo de manera ''normal'' y comprar cosas, cuantas más, mejor.
No me hace feliz.
Ni este ni ningún otro estilo de vida que observo.
Supongo que busco demasiado allá, donde no hay quizá, ya que no sé que pretendo encontrar, mi limitada imaginación no encuentra salida alguna ni solución a este vacío en el que todo cabe y nada llena.
No me cambiaría por ninguno ni un segundo.
Conversaciones materiales sobre pasado o futuro según el caso, excusas vitales en forma de objetivos y diferentes maneras de ''ganarse la vida''.
¿Ganársela? ¿En que momento se convirtió la vida en un reto que hay que superar?
Que yo no quiero tomarme mis limitados días como una lucha, yo no decidí aparecer aquí ni me motiva una competitividad.
Nazco sin explicaciones, me educan mediante unos valores utópicos por no decir hipócritas y de repente mi meta se basa en ganar dinero.
Dinero... ese trozo de papel al que a algún iluminado en algún momento y lugar se le ocurrió poner valor.
Y todo esto para poder seguir viviendo de manera ''normal'' y comprar cosas, cuantas más, mejor.
No me hace feliz.
Ni este ni ningún otro estilo de vida que observo.
Supongo que busco demasiado allá, donde no hay quizá, ya que no sé que pretendo encontrar, mi limitada imaginación no encuentra salida alguna ni solución a este vacío en el que todo cabe y nada llena.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)